Como abogado experto en ejecutorias, el cliente acudió al despacho habiendo sido condenado a la pena de 3 años, 6 meses y un día de prisión, con el fin de informarse acerca de las posibilidades de evitar el cumplimiento de dicha pena de prisión e informarse de las alternativas existentes a tener que cumplir dicha pena en un centro penitenciario privado de libertad.
Así, tras el oportuno estudio del expediente, pudimos constatar que el cliente presentaba una grave dependencia a sustancias estupefacientes la cual motivó la comisión del delito por el que resultó condenado.
Por ello, recomendamos al cliente su inmediato sometimiento a tratamiento de deshabituación en servicio público homologado y acreditamos documentalmente que el penado se encontraba sometido a tratamiento para tal fin en el momento de decidir sobre la suspensión de la pena.
Y es que, el artículo 80.5 del Código Penal, prevé la posibilidad de suspender la ejecución de las penas privativas de libertad no superiores a cinco años de los penados que hubiesen cometido el hecho delictivo a causa de su dependencia de las sustancias señaladas en el numeral 2º del artículo 20 del Código Penal.
Con todo, conseguimos evitar el ingreso en prisión del cliente, con la condición de que no delinquiera en el plazo de los 4 años siguientes y a que siguiera abstinente en el consumo de tóxicos.
El cliente acudió al despacho una vez ya había sido condenado a pena de prisión y habiéndose dictado sobre el mismo una orden de busca y captura e ingreso en prisión a fin de cumplir dicha pena en un centro penitenciario. Como abogado experto en ejecutorias, tras la oportuna reunión, inmediatamente, presentamos escrito personándonos en […]
Como abogado experto en ejecutorias, el cliente acudió al despacho tras haber sido requerido para ingresar en prisión durante
